¿En dónde viven los zorros?
“En todas partes” es una respuesta común, y sin embargo ambigua. Los zorros, cánidos pequeños, existen desde hace millones de años y se han extendido hacia muchas partes del planeta, aunque el ser humano ha tenido un importante papel en su propagación.
Debido a su distribución mundial, hoy en día es posible encontrar zorros en América, Asia, África, Europa, África e incluso Oceanía, con excepción de algunas regiones y por supuesto, de la fría Antártida, pues este último continente resulta demasiado hostil para sus requerimientos de supervivencia.
Un gran número de países alberga zorros: Canadá, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Japón, Rusia, México, Noruega, Suecia, Groenlandia, Grecia, India, y muchos otros más. Son más abundantes en latitudes altas, en el hemisferio norte, mientras que en el hemisferio sur existen varias especies poco conocidas y no muy numerosas. Por ejemplo, el zorro de Darwin (Lycalopex fulvipes) es una especie que vive únicamente en el sur de Chile, y se encuentra en peligro de extinción.
Es posible encontrar zorros en América, Asia, África, Europa, África e incluso Oceanía.
Hay que mencionar algo muy importante: dentro del grupo de los animales llamados comúnmente “zorros”, existe un conjunto de miembros conocidos como “zorros verdaderos”, que pertenecen al género Vulpes y que se hallan en todos los continentes excepto Antártida, pero los zorros de otros géneros también están en dichos continentes.
En general, los zorros conforman uno de los grupos de cánidos más ampliamente distribuidos del mundo, superados por los perros domésticos. Se adaptan fácilmente a los diversos entornos, por lo que han prosperado incluso en las zonas rurales y urbanas. Hoy en día no es raro encontrar zorros rojos (Vulpes vulpes) justo en medio de una ciudad tan cosmopolita como Londres.
A cada especie, una distribución
De las más de 20 especies que existen en la actualidad, el zorro rojo es la más extendida y es, de hecho, el cánido salvaje más ampliamente distribuido en el mundo. Se encuentra en el norte de Europa, Asia y Norteamérica, en un área de aproximadamente 70 millones de kilómetros cuadrados, a través de numerosos países que incluyen India, Irán, Marruecos, Nepal, España, Pakistán, Estados Unidos, Corea del Norte, Corea del Sur, Egipto, Mongolia y Rumania. El hombre lo introdujo en Australia y Nueva Zelanda en el siglo XIX, pues estas regiones no poseen naturalmente mamíferos terrestres.
El zorro rojo es la especie más extendida y es también, el cánido salvaje más ampliamente distribuido en el mundo.
El zorro ártico (Vulpes lagopus), de hermoso pelaje blanco invernal, goza de una distribución circumpolar. Esto significa que vive en las regiones cercanas al Polo Norte. Se le introdujo a las islas Aleutianas y se adaptó a ellas debido a su cercanía con Alaska y su clima frío. La adaptabilidad de las especies tiene limitaciones, ya que no todas pueden superar las condiciones específicas de una región. Por eso, aquellos zorros que viven en zonas muy frías o muy calientes cuentan con adaptaciones especiales para superar los retos de su entorno. Es el caso de Vulpes lagopus, cuyas patas tienen almohadillas y pelos para caminar fácilmente sobre la nieve.
Hay especies poco reconocidas en el mundo que solo se encuentran en una región limitada. El zorro de las pampas (Lycalopex gymnocercus) únicamente vive en 5 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, mientras que el zorro isleño (Urocyon littoralis) solo se distribuye en una pequeña parte de Estados Unidos, en 6 islas de California. El zorro de Darwin (Lycalopex fulvipes) tiene una población aún más restringida, con dos poblaciones: una en la isla de Chiloé y otra en el Chile continental.
Según su distribución, los zorros pueden ocupar un amplio rango de hábitats terrestres y mantener una dieta omnívora. Si a cada especie le corresponde una distribución específica, también le corresponden hábitats, alimentación y hasta comportamientos particulares.